Finalmente el gran día llegó y el debate, a pesar de la feroz competitividad, se celebró en un ambiente ciertamente ameno y agradable. Antes de proceder a analizar la organización y la celebración del mismo, podemos concluir que todos los alumnos disfrutamos del épico torneo y al mismo tiempo aprendimos numerosas lecciones que resultarán muy valiosas en nuestra próxima posible exposición en público. Hubo errores que por propia autocrítica pudimos detectar y otras que gracias a la visión más objetiva y tranquila del profesor también quedaron patentes. A continuación se ofrece un análisis personal, por un lado de la organización del debate realizada el día 01 de octubre, y por otro, de la celebración del debate propiamente dicho el día 06 de octubre.
En cuanto a la organización del debate, aunque puede que la hora y media que tuvimos resultara un tanto escasa, el mayor error por parte del grupo en general fue proceder al reparto
de diferentes tareas sin
tener en cuenta en que consistía cada punto de la organización. En lugar de eso, lo ideal
hubiera sido tratar de forma general todos los puntos de
la organización y una vez clara la tarea a realizar, proceder
al reparto. Además de eso, no hubiera estado de más la comunicación entre los tres grupos que se formaron, dado
que fueron como compartimentos estancos y ello conllevó que al final de la
clase, a la hora de ensamblar el trabajo, aparecieran trabajos duplicados. Al margen de esos pequeños detalles, la organización fue correcta y el debate se pudo llevar a cabo.
En cuanto al debate propiamente dicho, el inicio del mismo fue un tanto caótico dado que las rúbricas estaban sin imprimir y no se había decidido la disposición del escenario de combate. De todos modos, considero que fuimos bastante resolutivos y pudimos solventar esos pequeños contratiempos y pudimos proceder a debatir con cierta ligereza.
En primer lugar, los argumentos fueron correctos pero puede que en algunos casos fueran espontáneos por lo que su defensa resultó a veces más difícil de llevar a cabo. Por ello, tal y como hemos comentado hoy en las conclusiones en común, una preparación más consolidada de argumentos hubiera ayudado a desempeñar un mejor papel en el torneo.
En relación a la forma de hablar en público, hubo nervios, miedo, falta de expresividad, etc. especialmente en las semifinales. La gente optó por permanecer estática resguardada tras la mesa con un papel en la mano. Sin embargo, tras la aportación del profesor alentando a la gente a ser más dinámicos, expresivos y naturales, la mejora de los combatientes fue notoria.
En lo que se refiere al formato del debate, personalmente pienso que hubiera sido más enriquecedor optar por turnos más cortos en los que debatir argumento contra argumento. Con el formato de tres minutos por refutación ocurría que se lanzaban diferentes argumentos de los cuales algunos quedaban en el aire sin tener lugar a debate. Además, a algunos debatientes les sobraba tiempo de refutación, cosa que de realizar un debate de argumento a argumento con una duración aproximada de un minuto no hubiera ocurrido.
Por último, resaltar lo valioso y didáctico que resulta en cuanto a capacidades de organización, proponer a los alumnos que se tengan que poner de acuerdo en realizar una tarea que implica diferentes tareas que han de ser repartidas. Tal y como se ha detallado más arriba, aunque el procedimiento inicial no fuera perfecto, el grupo fue capaz de salir del paso y supo organizar el debate, teniendo una primera experiencia muy enriquecedora.
